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Colombia viene desarrollando una estrategia con miras a ser líder en la región en materia de generación de energías limpias. El presidente Iván Duque ha reiterado que el país multiplicó en dos años y medio por siete la capacidad instalada en energías renovables no convencionales y se tienen aseguradas en subastas más de 2.500 megas, las cuales estarán instaladas para agosto de 2022.
Pero la apuesta no solo es por el peso de las energías eólica o fotovoltaica en la matriz energética general, sino que Colombia también entró ya en la era del “hidrógeno verde”, que se ha convertido ahora en el nuevo pulso geoenergético mundial.
El hidrógeno «verde» es obtenido por electrólisis del agua con electricidad renovable. En estos momentos China, la Unión Europea y Estados Unidos se encuentran en una desaforada carrera por dominar este mercado, más aún porque si se puede sustituir el gas o el carbón en su producción, este combustible se convertirá en la hoja de ruta de la transición energética hacia fuentes ambientalmente sostenibles.
El pasado noviembre el presidente Iván Duque anunció que el Gobierno pondría en marcha una política para el desarrollo del hidrógeno verde e, incluso, recalcó que esperaba dejar en marcha por lo menos tres proyectos de energía limpia con ese gas combustible.
Tras destacar el salto que ha dado el país en materia de energías renovables no convencionales, señaló que hay un vínculo entre estas y las nuevas formas de energía. “Vamos a poner en marcha -ya le di esa instrucción clara al ministro (de Minas) Diego Mesa– y vamos a trabajar de la mano con Chile, en hermandad en este propósito; vamos a desarrollar en lo que nos queda de este año y el primer trimestre de 2021 la hoja de ruta para el desarrollo de hidrógeno verde en Colombia”, precisó el Mandatario.
De hecho, desde el año pasado el Ministerio de Minas y Energía está analizando el uso de combustibles como el hidrógeno. Se instruyó a la Unidad de Planificación Minero Energética y al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para desarrollar un estudio que identifique las prospectivas de producción y el uso de este energético en el país.
En proceso
En la dirección de obtener ese apoyo chileno, en diciembre Mesa se reunió con su homólogo, Juan Carlos Jobet, con el fin de unificar esfuerzos para la incorporación del hidrógeno como energético limpio en América Latina. También se analizó lo relativo a consolidar un mercado competitivo de exportación de hidrógeno hacia otros continentes.
Mesa reiteró entonces que Colombia se encuentra trabajando en la construcción de una hoja de ruta para el despliegue de la generación de energía a partir de hidrógeno, así como en la determinación de los potenciales a nivel nacional para el aprovechamiento de este recurso. Esto, teniendo en cuenta el aporte que dicho combustible podría tener en la transición energética y las proyecciones favorables de crecimiento de la demanda global de energía suministrada con hidrógeno en distintos sectores de la economía.
Esta hoja de ruta, apoyada para su desarrollo por parte de Chile, tiene como objetivo definir un plan para los próximos 10 años para establecer una economía del hidrógeno, evaluando las posibles fuentes de hidrógeno verde y azul en el país, las oportunidades de mercado en diferentes segmentos y las posibilidades de exportación.
También se informó que Colombia ha tenido acercamientos con importantes empresas como Siemens Energy, que lidera la construcción de la primera planta a gran escala del mundo para la producción de combustible neutro en emisiones de CO2, en la que se provecha el potencial eólico de Chile y se produce hidrógeno como energético limpio.
De acuerdo con el Ministerio, el hidrógeno azul puede brindar al país una oportunidad para explorar escenarios de transición para el carbón en sectores difíciles de descarbonizar, como las refinerías, la industria química para la producción de amoníaco y metanol y la metalurgia. Además, en movilidad contribuye a la reducción de emisiones de transporte pesado y de larga distancia mediante el uso de pilas de combustible, ofreciendo tiempos de recarga más cortos que los vehículos eléctricos.
Es por esto por lo que la UPME y el Ministerio de Ciencias están adelantando un estudio que tiene como objetivo desarrollar un modelo del sistema energético para evaluar escenarios hacia la economía del hidrógeno verde y azul y su impacto sobre la disminución de emisiones de CO2 al 2050.
Proyecto
La expectativa por las potencialidades de esta fuente de energía ya llegó al Congreso, por intermedio de un proyecto de ley. Es más, el pasado 3 de febrero se llevó a cabo un debate en la Comisión Tercera de Senado, impulsado por el Centro Democrático, para analizar los alcances de la iniciativa que busca promover el desarrollo tecnológico, la producción y el uso del hidrógeno verde como combustible y vector energético en el país. Todo ello enmarcado en la estrategia de reducción de los Gases de Efecto Invernadero.
Se indica que el Gobierno Nacional dará un apoyo a la Investigación, dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigor de la ley. De igual manera, propone un marco regulatorio que contendrá un Plan de incentivos y apoyo a las innovaciones que tengan como eje central el hidrógeno verde. Asimismo, se plantea activar un paquete de ayudas para inversionistas y nuevos emprendimientos nacionales que incursionen en el mercado del hidrógeno verde.
Otro de los objetivos de la iniciativa es implementar un programa de promoción de formación de talento humano científico en materia de hidrógeno verde. Ello se hará con la promoción de la cooperación internacional en el ámbito de la exportación, producción y uso del hidrógeno verde. Se establecerán planes piloto de generación del combustible y un plan de incentivos a la industria local, para que lo utilicen en sus procesos, como vector energético.
En cuanto a inversión extranjera, la iniciativa contempla un Plan de incentivos para atraer capitales foráneos enfocados en la investigación, producción y uso del hidrógeno. Se crearía, igualmente, un Fondo de Promoción del Hidrógeno Verde, a cargo del Ministerio de Minas y Energía.
Como complemento de lo anterior, la iniciativa autorizará al Gobierno Nacional, para financiar con aportes del Presupuesto General de la Nación y el Sistema General de Regalías, la participación de las entidades territoriales en los proyectos de generación, distribución, comercialización y autogeneración a pequeña escala y generación distribuida con Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER), tales como la biomasa, los aprovechamientos hidroeléctricos, la eólica, la geotérmica, la solar, los mares y el aprovechamiento energético de residuos. Además de otras fuentes que podrán ser consideradas de acuerdo con la UPME.
Según informó el Senado, la iniciativa legislativa señala que el Gobierno Nacional, dentro de los dos años siguientes a la entrada en vigor de la ley formulará una política pública que incluya objetivos y metas de investigación, producción, comercialización y uso del hidrógeno verde. Dicha política pública debe contener, entre otros, metas para los años 2022, 2025, 2030 y 2050, así como el plan de acción que se implementará para lograrlas.